Empecemos por el principio, ¿qué son las cajas fuertes? Pues bien, una caja fuerte o caja de seguridad es un depósito de seguridad individual, generalmente guardadas en lugares escondidos para mayor seguridad. Por lo general guardan objetos valiosos personales como dinero, pedrerías, metales preciosos, valores canjeables, documentos de gran valor como voluntades, acciones de propiedad, e incluso datos del ordenador para poder protegerlos en caso de robo, fuego, inundación, u otros peligros.
En cuanto a las características de las cajas de seguridad podemos encontrar algunas en cuanto a las dimensiones y a los tipos de cierres. Por norma general la forma más común es la cuadrada o rectangular, y con diversos espesores de puerta y cuerpo.
Tipos de Cajas Fuertes o Cajas de seguridad
– Empotrar
– Ignífugas
– Con ranura
– Camufladas
– De alta segurida
– De alta capacidad
– Con zócalo
– Marcos de empotrar
– Decorativas
También hay otras modalidades como:
- Cajas camufladas
Las cajas de seguridad que pasan desapercibidas ante los ojos de los ladrones. Son fundamentales para despistar o simplemente no atraer la atención de estos. Su frontal queda oculto detrás de un cuatro, espejo, armario o cualquier elemento que queramos de la casa, dificultando de esa manera su detección.
- Cajas empotradas
Las cajas empotradas suelen colocarse en las paredes o dentro de armarios con doble fondo. Podemos encontrar cajas empotradas de llave, electrónicas o de rueda. Para poder instalar una caja fuerte de este tipo en casa, es necesario e imprescindible hacer obras en tu hogar para dejarle el espacio adecuado.
- Cajas ignífugas
Estas cajas son ideales para proteger del fuego documentación, dinero y objetos de valor. Este tipo de cajas de seguridad, soporta temperaturas altísimas y pueden resistir desde 30 hasta 2 horas de llamas, dependiendo del modelo de caja ignífuga.
¿En qué se basa la seguridad de las cajas?
Las cajas fuertes domésticas están divididas en dos grandes categorías: sobreponer y empotrar. Las de sobreponer se anclan por medio de tornillos en base y lados de la caja, mientras que las de empotrar se introducen en la pared. Aunque estas últimas requieren mayor esfuerzo en su colocación, se camuflan mejor y al estar recubiertas por las paredes de la casa, resisten mejor un ataque.
Las cajas de uso doméstico, al no existir regulación alguna sobre ellas, tienen una variación en los espesores de la puerta que van desde los 2 mm hasta los 15mm con refuerzo de chapa de acero al manganeso.
Respecto a los sistemas de apertura, esta clase de cajas pueden tener los siguientes:
– Solo llave
– Llave + combinación mecánica
– Llave + combinación electrónica
– Combinación electrónica motorizada
Una caja fuerte de seguridad, ¿cómo debe ser?
La característica principal que debe tener una caja fuerte de seguridad es que debe tener un compartimiento de seguridad, desde el enfoque de resistencia física, contra ataques violentos y por supuesto debe disponer de un sistema de cierre pensado para que su apertura sea muy difícil de forcejear o abrir a personas no autorizadas. Es primordial que su desbloqueo sea muy seguro para poder guardar objetos de valor con gran confianza.
Aunque en la actualidad una gran parte de las cajas fuertes se abren utilizando un teclado digital estamos acostumbrados, sobre todo gracias al cine, a ver esas cajas fuertes que se desbloquean con un pequeño dial giratorio. En apariencia, el funcionamiento es simple, gira el dial deteniéndolo sucesivamente en los números adecuados y la puerta de la caja se abrirá.
La mecánica interna sin embargo es algo más compleja. El mecanismo está compuesto por tres pequeños anillos, cada uno con una muesca indentada, y una barra en la parte superior que es la que bloquea propiamente dicho la cerradura de la caja. Como la muesca de cada uno de los discos está as ociada con una posición concreta en el dial giratorio, al ir deteniendo el dial sobre cada posición los discos se van bloqueando, permitiendo eventualmente que la barra baje y podamos acceder al interior.
Ese es el motivo por el que es frecuente ver en películas cómo el protagonista intenta averiguar el código utilizando un estetoscopio. En modelos más antiguos era posible llegar a la combinación final girando el dial y prestando atención al pequeño «clic» que emitían los discos cada vez que engraban con la barra superior.
El uso general de las cajas fuertes es el de protección, principalmente de objetos personales con un valor íntimo y propio. La cuestión es de quién debemos protegernos, ya sea de visitantes curiosos o personal interno, un ladrón oportunista o experto, de un robo, un atraco o de un hurto.
Por lo tanto es conveniente hacer uso de una caja fuerte, ya sea para el hogar o para tu negocio. La seguridad de la misma debe ser extrema, en el caso de no poder abrirla o no recordar el código, no dudes en contactar con un profesional.