A todos nos ha pasado que a veces vamos a salir de casa y no abre el cerrojo o no gira bien el pomo. Y entonces te quedas encerrado en casa sin poder salir. O al revés, vas a entrar a casa y la llave se ha quedado atascada o no la encuentras. Para ambas situaciones, te vamos a explicar lo que tienes que hacer, cuál puede ser la causa y los métodos que puedes usar para abrir la puerta de tu casa. En los casos más aparatosos, lo mejor es llamar a un cerrajero.
Importancia de la seguridad en el hogar
La seguridad en el hogar es fundamental porque es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, ya sea descansando, compartiendo con nuestra familia o realizando actividades cotidianas. Por eso, tener a buen recaudo las llaves de tu casa es esencial y también lo es tener un cerrajero de confianza.

Evaluación inicial y problemas comunes
Si al llegar a tu casa descubres que no puedes abrir la puerta, tranquilízate, y haz una evaluación inicial. Primero prueba varias veces con la llave, asegurándote de que es la correcta. Fíjate en la llave, ya que puede estar rota o haberse quedado una parte dentro de la cerradura. También se puede haber quedado la llave entera atascada dentro de la cerradura y un manejo brusco podría romperla, por lo que ten cuidado o llama a un cerrajero.
Otro de los motivos más comunes por los que no abre una puerta es que la propia puerta esté atascada. Esta puede estar desalineada. Si está torcida, podría estar dificultando la apertura. Por lo tanto, verifica si la puerta se ha desplazado de su lugar o si alguna bisagra está suelta. A veces, las puertas de madera pueden hincharse por la humedad o el clima. Si es el caso, puedes intentar esperar a que el clima cambie o aplicar un poco de calor para que la madera se seque y vuelva a su tamaño normal.
También puedes quedarte encerrado y no poder abrir la puerta desde dentro si el pestillo está atascado. Si el pestillo no se retrae o se engancha, verifica si algo lo bloquea (por ejemplo, suciedad, óxido o un objeto atrapado).
Por último, asegúrate de que ningún objeto esté bloqueando el marco de la puerta, como muebles o alfombras que se hayan desplazado.
Métodos para abrir la puerta de casa
Existen distintos métodos para abrir puertas si se te ha quedado la llave atascada o si no encuentras la llave. Algunos de los más efectivos son los siguientes:
Cómo abrir la puerta con una tarjeta
Para abrir una puerta sin llave con este método necesitarás una tarjeta plástica que no sea demasiado dura, ya que de lo contrario podría partirse al ejercer presión. Después, solo tienes que introducir la tarjeta en diagonal a la altura de la cerradura mientras empujas la puerta hacia dentro con tu cuerpo. Si lo haces correctamente, el pestillo desliza sobre la tarjeta y la puerta se abrirá muy fácilmente.

Cómo abrir una puerta cerrada con la llave dentro
Para saber como abrir una puerta con llave atascada dentro necesitarás una botella de plástico vacío, que puede ser de agua, jabón, un producto de limpieza… Lo importante es que esté vacía y tengas unas tijeras a mano para cortarla.
Seguidamente, recorta un trozo de plástico de una de las caras lisas de la botella, con medio palmo será suficiente. Una vez que tenemos el plástico recortado por la mitad, de forma horizontal, abrir una puerta sin llave se torna muy sencillo, pues solo tienes que introducir el plástico por la puerta a la altura de la cerradura, mientras presionas la puerta hacia dentro, con tu cuerpo o con la otra mano. De esta manera, el pestillo resbalará y la puerta se abrirá fácilmente.
Si la cerradura de la puerta tiene un pestillo, es poco probable que este método funcione. En ese caso, es mejor llamar a un cerrajero profesional para que te ayude a abrir la puerta sin causar daños. Además, es importante tener en cuenta que este método solo debe ser utilizado en puertas de tu propiedad o en las que tengas permiso para abrir.
Cómo abrir la puerta sin llave con una horquilla
Para abrir una cerradura sin llave necesitas son dos horquillas de pelo o imperdibles. El primer paso es doblar una de las horquillas por la mitad, introducir la parte redondeada por la zona baja de la cerradura y girar ligeramente en la dirección que utilizas para abrir la puerta. Esto levantará ligeramente las primeras “agujas” del interior de la cerradura, y te permitirá introducir la segunda horquilla. Con uno de sus extremos levantarás el resto de las agujas. Una vez que todas las agujas estén levantadas, la puerta se abrirá, pues habrás seguido el mismo mecanismo que hace la llave al girar.

Cómo abrir la puerta sin llave con una ganzúa
Este método solo puede llevarse a cabo si tu puerta no cuenta con un sistema antiganzúa de cierre. El objetivo es alinear los pistones de la cerradura ayudándonos de la ganzúa.
El primer paso es introducir el tensor por la cerradura, y seguidamente introducir la ganzúa que nos permitirá ir palpando los diferentes pistones, que deberemos elevar hasta alinearlos todos por completo.
Es importante saber que, en la actualidad, los fabricantes de cerraduras saben que estos conocimientos están cada vez más extendidos, por lo que muchas cerraduras presentan trabas para ganzúas y solo los profesionales más experimentados puede abrirlas, pero, como digo, depende mucho de tu tipo de cerradura.
Cuándo pedir ayuda a un cerrajero
Si la puerta sigue cerrada porque no hayas podido identificar el problema o no ha funcionado ninguno de los métodos anteriores, lo más recomendable es llamar a un cerrajero. Ellos podrán identificar la causa y solucionarlo de forma segura. Si es muy urgente (como en caso de que se haya quedado alguien atrapado o haya una emergencia), hay cerrajeros 24 horas. Uno de los mejores cerrajeros 24 horas de la Comunidad de Madrid es i-cerrajeros.
Mantenimiento de cerraduras y puertas
Una de las formas de evitar estos problemas de cerrajería es con un mantenimiento previo que pueden llevar a cabo profesionales. Este sistema de mantenimiento previo tiene como objetivo detectar los posibles fallos de los componentes antes de que se produzcan y de este modo evitar altos costos de reparación. Con este método se disminuyen los bloqueos de cerraduras y bisagras y una mayor duración de los elementos que componen puertas y ventanas (herrajes, bisagras, persianas). De esta forma, se mejora la seguridad de la casa y se alarga la vida útil de cada elemento, disminuyendo así el coste por sustitución en muchos de los casos.