Las mafias han encontrado en la facilidad que ofrecen las nuevas plataformas de alquiler de pisos una mina para desalojar a los propietarios y arrendar las viviendas a familias con pocos recursos o turistas que visitan las principales ciudades. En los últimos meses el alquiler ilegal de pisos turísticos está generando problemas en ciudades como Madrid o Barcelona, de este tema hablaron en el programa Espejo Público, en el que pudimos participar.
Los inquilinos encuentran en estas plataformas una herramienta fácil y rápida para alojarse en pisos céntricos y los arrendatarios una forma sencilla de sacar beneficio. Sin embargo, no todo es tan fácil como parece, detrás de esta práctica se encuentran personas que alquilan sus viviendas en régimen turístico, cometiendo una práctica ilegal que, además, satura y degrada los barrios más céntricos. Pero no sólo eso, uno de los problemas más graves es el aprovechamiento que las mafias hacen de los pisos vacíos, y en el que tanto el propietario como el inquilino son víctimas.
Uno de los casos más sonados está en Barcelona, en el que una mujer tuvo que acceder a su propio piso a través de Airbnb y posteriormente «re-ocuparlo», después de que una mafia la desalojara. Este caso no es el único y en Madrid también se han dado situaciones similares.
Las viviendas de las zonas céntricas y antiguas de las ciudades suelen ser las más vulnerables y las que más carencias de seguridad presentan. Por eso es importante aplicar las medidas de seguridad necesarias para dificultar e impedir el acceso de las bandas organizadas a los pisos. En el mercado encontramos multitud de productos, que van desde puertas blindadas y acoradas, cerraduras antibumping, escudos con sensores de alarma, cerraduras electrónicas o utensilios de sobreponer como los cerrojos, además de cámaras o alarmas.
En el caso tratado en el programa Espejo Público (minuto 2:24:15), en el que un propietario ve su piso ocupado, y una familia es desahuciada a pesar de pagar un alquiler, Iván García, de i-cerrajeros, detecta rápidamente que los asaltantes del piso accedieron simplemente utilizando un gato de vehículo, algo que se podría haber evitado.